domingo, 25 de noviembre de 2007

crónica de un charango desafinado

Soy un charango, la mayoría de los míos, suenan en peñas, conciertos, recitales... Pero a mi un día me adoptó una payasa. Se llama Amarella, y desde entonces estoy en sus manos. (Nunca me imaginé que mi destino iba a estar en manos de una payasa…)
Primero estábamos los dos solos, pero un día empezamos a estar también con otros payasos y me parece muy encantador ese mundo!
Es viernes, de pronto aparecí en una oficina, estuve toda la tarde ahi, descansando en mi funda colgada de un perchero, no entendía por que Amarella (la payasa que me adoptó) me había llevado a ese lugar.
Mas tarde fui entendiendo: Resulta que Amarella (en ese trabajo de civil se llama Analia) estaba esperando una oportunidad para que un compañero de ella que es músico me afine, porque con las cuerdas recién cambiadas nunca me veo muy alineado, y ella todavía no sabe afinarme muy bien (me dice siempre que ya va a aprender...) Parece que esa oportunidad nunca llegó, porque todos estaban muy ocupados y me fui como llegué: completamente desafinado.
Amarella empezaba a preocuparse, ya que al otro día me necesitaba a tono para un encuentro que tenía con el público, y yo tenía muchas ganas de estar en armonía con ella. Pero una liñita de luz apareció ese mismo día, un poco mas tarde, cuando Amarella y Alondra (que cuando está de civil la llaman Euge) se encontraron con un compañero luthier, quien donó media hora de su tiempo intentando afinarme, pero no pudo.... trató con tanta voluntad y dedicación, que Analia y Euge no se cansaban de agradecerle.

Acompañé a Amarella y a Alondra (ambas de civil) a pasear un rato, ellas iban conversando sobre la generosidad de ese compñaero de trabajo, que a pesar de no haberme podido afinar, me dedicó mucho tiempo. Ya volviendo, de pronto apareció alguien. Un músico. Alondra lo conocía. Nos saludó muy cariñosamente, y vibré de emoción cuando vi que ese músico llevaba en sus manos a otro de los míos! Sí! resulta que ese músico tocaba charango y cicus en los colectivos. Que casualidad (pensé) no es común encontrarse con uno de los míos, así sin funda, por la calle!
Ahí mismo, Analia y Euge aprovecharon para pedirle al músico ambulante que me vea, ya que Amarella me necesitaba afinado para una actuación con Linda, al otro día!
El músico con mucho cariño me afinó en un ratito (entre bocinas y motores de plena calle)
Ya me sentía mejor! Afinado, tranquilo... iba a poder estar preparado para el encuentro con Linda, Amarella y el público en la función de sábado por la noche.
Terminamos los cinco arriba del 71 (Amarella y Alondra de civil, el músico ambulante, su charango y yo) Y no van a poder creer esto: El músico quiso tocar conmigo! Si... le pidió a la payasa que me adoptó (que estaba de civil) si podía hacerlo... y ella por supuesto aceptó! Ahí debuté en concierto de colectivo! Y acompañado por un cicus!
Analia y Euge nos aplaudieron (al músico, al cicus y a mi) fuerte fuerte! Ellas se mostraron muy contentas por las melodías que escucharon y agradecidas por la afinación. Quisieron colaborar con la gorra (ya que conocen muy bien ese sistema) pero el músico no quizo. Y ahí comenzó a elogiarme! Dijo que el agradecido era él por haber podido tocar conmigo, que yo era hermoso... que sueno muy bien y que tengo detalles muy lindos, como las incrustaciones de madera con forma de flores que me hizo mi papá luthier. Y otras cosas más que me dan vergüenza (a los instrumentos también nos cuesta halar bien de nosotros mismos…)
Ay! Que emoción...! Analia y Euge asombradas por la casualidad (¿¿¿casualidad???) Justo necesitando un charanguero afinador....y lo encontraron en plena calle de la capital federal... de no creer.
Fue un día especial para todos.
Alondra y Amarella, descubrieron que hay angelitos de todas las profesiones, incluyendo músicos.
Amarella piensa que Alondra tiene un imán con los angelitos.
Yo estoy contento porque un charanguista profesional quizo tocarme y porque la payasa que me adoptó está cada día mas orgullosa de mi.

3 comentarios:

choquen los cinco: dijo...

la vida es una caja de bombones
yo tengo la suerte de que me tocan siempre los de dulce de leche dentro

todo lo relatado es real
la testigo presencial
alondra
(euge de civil)

Anónimo dijo...

ya tenemos afinadooooor digital! esaaaaa!
ama

choquen los cinco: dijo...

Estadístico: Las probabilidades de conocer amigos músicos en la vía pùblica crecen viajando con Alon y con el charanguito.