lunes, 31 de diciembre de 2007

Crónica departamental I

Seres tan pequeños, parte de la creación, y que a mi me dan tanta repugnancia,
¿Como hago para ver bonitas a las pequeñas cucarachas que se atreven a surcar mi cocina cuando prendo el horno por la noche?
Yo ya se que en breve las exterminan… pobres… pero de ende mientras tenemos que convivir.
Ellas asoman sus antenas, yo se que tengo que preparar un zapato, si van rápido a algún cajón, insulto, refunfuño, me fastidio, me da asco todo, y pienso que puede salir por cualquier lado, en cualquier momento, y sin darme cuenta que es lo peor.
Ya se han quedado con un paquete de fideos, y me han hacho lavar una y mil veces por si las cucarachas, la bajilla. Yo no las quiero, ellas no me han hecho nada, pero yo no las quiero, espero pronto libradme de ellas, si quieren les doy hasta el 1 de enero, para que huyan a sitios mas deshabitados, para no morir intoxicadas por el veneno, pero definitivamente que se vayan, yo puedo adaptarme a cualquier cosa, pero no a las tan pequeñas, rápidas, entrometidas y tan poco agraciadas cucarachitas rubias de departamento.

Alondra (Eugenia)


Crónica departamental II

Hay en un departamento estándar, común y corriente, o a una cuadra de corrientes:
Un portero muy amable que te saluda cada vez que sales, cada vez que entras,
también vecinos de arriba que caminan con tacos los sábados por la noche antes de salir,
alguna anciana que te quieres comer a besos, que vive en tu mismo piso,
ventanas que dan a el pulmón del edificio y que cuando hay viento pareces dentro de una película de suspenso,
un ascensor que escuchas desde el cuarto en que duermes,
un cuartito donde dejar la basura,
y si eres muy curiosa como yo, hay mucha intriga en cada una de las ventanas prendidas que ves desde tu ventana también prendida en la madrugada, en la gran ciudad.


Alondra (Eugenia)

domingo, 30 de diciembre de 2007

Historia de una amistad a primera nariz

Erase una vez una payasa llamada Amarella, que fue invitada a participar de un encuentro con el público llamado “teatro coctail” al que fue sola, perdón, acompañada por su charango.
Llegó al espacio teatral Vera-Vera y se encontró en el camarín (cocina) con Linda y Alondra , dos payasas (angelitas) que muy generosamente y sonriendo, le ofrecieron sus maquillajes, a la Amarella desprovista de base y rubor.
Amarella veía a Linda y Alondra muy contentas por estar ahí presentes, actuando juntas. Observaba con mucha atención a aquellas payasas recordándose entre ellas que esa noche lo mas importante de todo era: "REGALAR".
Amarella sintió mucha ternura y admiración por esas dos payasas que vivían ese momento con tanta intensidad, alegría y generosidad.
Quizo conocer sus mundos (hasta ese entonces solo conocía a esas payasas en el escenario, y en el camarín) y tuvo la oportunidad de conocerlas también caminando por la vida...
Al conocerlas más y más, Amarella sintió otra vez ternura y admiración por aquellas dos personas que le prestan su cuerpo y alma a Linda y Alondra.

Hoy son sus amigas del alma... Amarella siente ternura, admiración, orgullo, y alegría por haberse cruzado en el camino con Alondra, con Linda, con Euge y con Caro.
Amarella y Analia no dejan de agradecer por tan lindo presente (regalo).
Gracias a....
Si fue el destino, entonces, gracias al destino!
Si fue el azar, gracias al azar.
...Gracias a San Clown! (Si, creo que fue obra de él)

jueves, 20 de diciembre de 2007

Cuento

(Cuento breve para escucharlo, o más bien para leerlo, de una manera especial, con tanta atención que el tiempo se ha de detener, o sentir que se detiene, mientras cada persona nota un pum-pum especial que finalmente identificará como los latidos de su corazón)

Había una vez una payasa, llamada Audífona, que sólo podía oír aquellas cosas que se decían con el corazón. Por eso, aquel día, algunas personas que se dirigieron a ella pensaron que era sorda...

"En la calamidad, el payaso siempre encuentra una oportunidad"


(este cuento fue enviado por Jesús Jara junto a sus deseos de Feliz 2008)

domingo, 16 de diciembre de 2007

"Una maestra en el arte de morirse de la risa"


Amarella recibió su diploma simbólico, y está muy contenta por eso.

Pero mas contenta está por haber trabajado este año con La maestra: Cristina Moreira.

Artista, humana, concreta, generosa, maestra...grosa!

Un año intensivo, de muchos días cargada de cosas por la calle, y también cargada de nuevas experiencias , nuevas herramientas y de más amigos con nariz.


Amarella (diplomada...ja ja)

viernes, 14 de diciembre de 2007

llegando está el carnavaaaal.....

ESTE VIERNES 14 DICIEMBRE
Linda y Amarella
En Área de Clowentena
(Varietté Payasa)

Viernes 14 de Diciembre - 24 hs. (Puntualísimo!)

Bartolomeo Bar
Bme. Mitre 1525 – Esq. pasaje de la Piedad
Entrada $7

erke, charango y bombo, carnavalito para bailaaar...arr....arrrr

martes, 11 de diciembre de 2007

Carta de Amarella a Papá Noel


Querido Papá Noel:

Uy no sabía si escribirte una carta o un mail. Creo que las cartas no van mas (que lástima me da eso, a los mails no se les puede poner estampillas, y yo coleccionaba...)

Cuando era chiquita un dia descubí los regalos en mi casa. Mi hermano me los hizo descubrir un 24 a la tarde. Los hermanos que son mayores por poquitos años siempre hacen eso por lo que se. Nos quieren abrir los ojos. Uy que desilusión! Una de las primeras de mi vida (a lo mejor es a propósito para que uno se vaya acostumbrando a las que vendrán...) Pero mi tía Moni me explicó toda la verdad. Mi tía Moni si que tenía sentido común. Para todo tenía una explicación. Que loco, lo que es el ingenio. Me contó que era imposible que una sola persona de carne y hueso (porque yo te había visto en un shopping y sabía que heras de carne y hueso) esté a las doce de la noche en todas las casas de todo el mundo. A quién se le puede ocurrir!? Cosa de locos! Y ahí develó el misterio. Que original! Darle la plata a los padres para que ellos se ocupen de comprar los regalos! Es tan importante saber delegar. Todos los jefes tendrían que aprender a hacerlo, confiando. Al final Papá Noel, sos un pionero de las relaciones laborales efectivas. El saber delegar es un arte.

Bueno, solo eso quería decirte, nada de pedidos por ahora, porque es 11 de diciembre. No hay que ser ansiosa...
...Pero mas vale hacer las cosas con tiempo, no? como decía napoleón, peiname despacio que estoy apurado. Aparte yo se lo que es que te pidan las cosas para "ayer", las terminás haciendo de mala gana. Mejor te voy haciendo el pedido:

Para esta navidad quiero sorpresas! y para todos los días una sorpresa nueva. Será mucho pedir? Eso quiero, que las cosas me sorprendan (para bien!) y no acostumbrarme a nada, y cuando me empiezo a acostumbrar que venga una nueva Sorpresa, que me haga recordar que cada día es distinto (y único). Y también quiero estar atenta a dar sorpresas. Eso también, cuando preparo las sorpresas me da tanta adrenalina, que no me quiero olvidar. Entonces, resumiendo, quiero eso Sorpresas por todos lados, darlas y recibirlas, en el momento que sean mas necesarias.
Por ahora nada mas.

Ahora que soy grande podés mandarme todo el pedido a mi directamente, no necesitamos mas a mis papás de intermediarios. Se acortan los circuitos. Optimizamos los tiempos. Si, sos el pionero y tenes experiencia en esto de los regalos sorpresa. Un día te pedí una barbie y como no la conseguiste de "Sorpresa" me mandaste un osito para reemplazarla. Un osito que lloraba cuando lo dabas vuelta. Va, el mío no lloraba, porque se ve que con el viaje se había roto algún circuito. Igual no lo cambié, porque ya me había encariñado a primera vista. Lo acepté sin que llore. Por un lado mejor, todavía lo tengo.

No te robo mas tiempo. Se que estás empezando con la época fuerte de trabajo. Muchas gracias! te veo pronto, en algún shopping, en alguna vidriera, en algun negocio, en algún arbolito, en las propagandas..., a partir de ahora aparecés en todos lados. Sos el pionero del marketing. También eso.

Besos desde sudamérica.
Amarella

domingo, 9 de diciembre de 2007



“Payamédicos” argentinos, ciencia y risas en el hospital


Son médicos que se disfrazan de payasos para ayudar a chicos y adultos con diferentes patologías en situaciones de internación. Lo teatral se ajusta a lo terapéutico con el objetivo de mejorar la calidad emocional de los pacientes.

(María Farber)
La propuesta tiene dosis altas de ternura. Lo que sea necesario para hacer de un hospital un lugar en el que la fantasía, la risa y la calidez también tengan su espacio. Así, el “estetosflorio”, mitad estetoscopio, mitad flor, sirve para escuchar el corazón de los pacientes y distingue a los Payamédicos. Es que más que nada, un payamédico, mitad payaso, mitad médico, tiene como propósito atender el corazón, no tanto el músculo como el otro, que se dibuja con colorado y sirve para enamorarse. En el 2003 se constituyó como asociación sin fines de lucro, pero los Payamédicos empezaron su trabajo hacia fines del 2002, cuando José Pellucchi, del servicio de Terapia Intensiva del Hospital de Gastroenterología Bonorio Udaondo y Andrea Romero, del servicio de Psicopatología Infanto-Juvenil del Hospital de Clínicas reunieron sus inquietudes y decidieron utilizar la técnica de clown para ayudar a los pacientes internados. El resultado fue original: a diferencia de las muchas organizaciones de payasos de hospital que existen en el mundo, los Payamédicos son, efectivamente, médicos. Su propuesta tiene un principio y un fin terapéuticos. “En otros países del mundo el objetivo del payaso es recreativo, que el paciente se olvide de que está en un hospital. Para nosotros hay algo de eso también, pero estamos atravesados por la teoría y la ciencia. Hacemos un seguimiento de los pacientes y de su historia clínica, los visitamos regularmente. Entendemos que atraviesan un proceso, y nos metemos profundamente en sus conflictos, siempre desde lo estético, el paciente nunca se da cuenta”, explica Pellucchi. La risa, con sus tan publicitados poderes terapéuticos, forma parte de la tarea de un payamédico, pero no la define. “Es un recurso, siempre vamos a intentar que el paciente se divierta, pero no es lo único”, señala Romero. “Apuntamos a mejorar su calidad emocional, y eso abarca mucho más. Si entendemos que la internación es potencialmente traumática, nuestra intervención también involucra colaborar con los momentos de catarsis que es el primer paso en la elaboración de cualquier situación traumática”. Y eso implica en algunos casos sacarse la nariz y poner el hombro. “Esperamos hasta que el paciente dice algo, quiebra con la situación de llanto, para darle una salida divertida. Lo que hacemos es desdramatizar, pero con mucho cuidado”, dice Pellucchi. “Así como las medicaciones tienen un rango que va desde la dosis terapéutica a la que produce efectos adversos, nosotros sabemos que desdramatizar requiere mucho cuidado para que no sea tomado como una burla”. Sandra de 39 años llegó al Udaondo para Navidad, y allí pasó las fiestas con su familia. Hace tres meses que está internada, pero ahora acaba de salir de terapia intensiva y su recuperación es auspiciosa. Los Payamédicos le regalaron un anillo, con piedritas violetas, su color preferido. “Cuando peor estaba era cuando más venían”, dice Sandra, “No me olvido más que una vez llegaron y estaba llorando…se me pasó, ellos te levantan. Escuché que hay un curso para ser payamédico; les dije que me avisen cuando empiece, porque lo voy a hacer, me encataría”. Para Ángel, su marido, los Payamédicos cumplieron un rol importante en la recuperación de Sandra: “Yo sabía que el día en que ellos venían ella estaba mejor. Es muy bueno lo que hacen. Siempre con un obsequio, hacerla reír, darle fuerza. Uno se acostumbra a esperarlos, y eso que somos adultos”. Hoy por hoy los Payamédicos son veinte y trabajan con niños en el Clínicas y con adultos en el Udaondo. También hacen visitas a otros hospitales. No reciben ningún pago por su trabajo, pero entregan su tiempo, llevan disfraces, regalos, y un interés genuino por el prójimo y su bienestar. La mayor parte de ellos son estudiantes de medicina y psicología, también hay algunos artistas, pero todos reciben un entrenamiento que los prepara para desempeñarse con pacientes internados. Pellucchi dicta cursos de payaso de hospital y allí tiene su semillero. “En este momento hay más o menos 600 personas en todo el país que quieren incorporarse a Payamédicos y en todos los hospitales nos piden que vayamos”, señala Pellucchi, “pero no podemos porque somos dos los que supervisamos esto, tenemos otros trabajos y no podemos dedicar más tiempo”. Buscaron subsidios porque quieren crecer, pero no encontraron. “La gente dona materiales y trabajo. Tenemos mucho recurso humano, pero ninguno financiero”, dice Romero. Para los Payamédicos el esfuerzo vale. Los pacientes mejoran, consumen menos analgésicos y somníferos, los que están en condiciones de comer, comen mejor. Cambia el estado de ánimo, la actitud y la conducta. Se activan los recursos del paciente para su propia recuperación. Si el día fue bueno, alguien habrá logrado levantarse por primera vez de la cama después de mucho tiempo, convertido en guía turística del hospital por un payamédico. El día puede ser también triste, porque algún paciente se agrava o muere “Entonces nosotros terminamos muy mal”, admite Pellucchi, “pero pensamos que hacemos algo muy importante, y eso también nos hace vivir a nosotros”.

lunes, 3 de diciembre de 2007

Carta de Analia, a Amarella.

Ama: Últimamente me hacés andar muy cargada en los subtes y colectivos. Se te ocurre usar cosas cada vez mas difíciles de transportar. Y por la capital!
Lo bueno de esto, es que en la calle la gente se pone amistosa cuando me ve tan cargada. Supondrán que soy turista? Muchos me ayudan a subir las cosas al colectivo, y algunos solo me sonríen, cosa que igual me ayuda (pareciera que con la complicidad se aliviara un poco la carga)
Tan llena de cosas logré sensibilizar hasta a los policías del subte! Después de verme una vez tratando de pasar por el molinete con todas las cosas , me abrieron la rejita del costado y no me cobraron el pasaje! Creo que ese día mi esfuerzo y dedicación por pasar ese molinete sin demorar a la gente que venia detrás mio, valía mas de 70 cvos!

Para caminar, voy probando todas las variantes que puedan existir.
a-Mochila amarilla puesta, valija marrón en mano derecha, guitarra y rollo de papel en mano izquierda.
b-Mochila amarilla puesta, valija marrón bajo el brazo derecho, guitarra en mano derecha, rollo de papel debajo del brazo izquierdo (para liberar mano derecha y poder preparar las monedas)
c- Mochila amarilla puesta, guitarra bajo el brazo derecho con rollo de papel enganchado, valijita marrón en mano izquierda.

Una vez sentada (si tengo la suerte de sentarme!) se multiplican las variantes.
d- Mochila en la falda, valija en los pies, guitarra al costado, rollo de papel delante.
e-Valija en la falda, mochila sobre valija, guitarra sobre los pies delante, y rollo de papel a un costado.
f- Mochila en la falda, guitarra a un costado junto con rollo de papel, valija en los pies de la persona que está sentada al lado.

Gracias al equipaje, hasta me han dado el asiento algunas veces, como si estuviera embarazada! Los primeros asientos tendrían que ser también con prioridad para gente cargada.

Resumiendo, por cumplirte tus deseos Ama, hago cosas que no había hecho hasta ahora por nadie! Camino tres cuadras con todo a cuestas, tomo el colectivo, me bajo, tomo el subte, me bajo, camino cinco cuadras. Voy a la clase (donde te encontras con tus amigos). Salgo, camino tres cuadras hasta el subte, subo, viajo, me bajo y camino siete cuadras mas. Con todo a cuestas!!! Trabajo, salgo, camino dos cuadras, tomo el colectivo, me bajo, camino tres cuadras… Sí! Con todo a cuestas! Debe ser parecido cuando se tienen hijos.

Igual tenés changüí Ama, toda esta mudanza de cada dia no es nada en comparación con todas las satisfacciones que tuve (y tengo) desde que llegaste! Uy, que bueno que te metiste en mi! Sería todo tan aburrido si no. Le ponés adrenalina a los días. Cada día que empieza como mochilera nómade, es una fiesta, porque se que es el día en que nos vamos a encontrar!

Analía

domingo, 2 de diciembre de 2007

Alumbrar Encandilar Deslumbrar Iluminar




Luz en el cartel azul de Maipú
Luz en los autos, las plazas
En la TV, en el reloj del microondas
Luz de mañana en un traje marrón
Luz de farol, de neón, de vela
Luces de Bohemia
Lucecita lejana en la ruta, en medio del campo
Luzbelito
Luces en la autopista, a la tarde entre los árboles
Al amanecer en la playa
Luces y sombras
Luz y fuerza
Luz de noche en tren que llega a la estación
Luz de tarde en los agujeros de chapa en el galpón
Luz de boliche
Luz, paz, amor
Luces de colores en vidrieras céntricas
Luz de giro
Luz mala
Haz de luz
Luz tenue de velador
Luz brillante de un plato volador
Luciérnagas
Lucero bonito
Luz, cámara, acción
Luz del sol atardeciendo y que se cuela por la ventana enrejada del trabajo
y viene a dar en mi Box dejando mitad mi cuerpo en sombras mitad mi cuerpo encandilado


Alondra (Eugenia)

sábado, 1 de diciembre de 2007

en que andamos?

los cinco, vestiditos como personas de las que andan por la calle, peinados y perfumados, se re encontraron para festejar el cumple de analia.

en que està cada uno?

Grego, disfrutando de su merecidísimo descanso. Su traje y peluca descansan también hasta nuevo aviso.
Roger, los domingos en galpón Ve, respirando aires de campo con su grupo de clown investigación.
Amarella, componiendo rutinas en el taller, y dejándose atrapar por el nuevo mundo de la escritura...
Alondra, los sàbados a las 00 en mantis club, y en la semana de acà para allà con dorisday (su nuevo proyecto espectacular - teatral, con el que se nos termina de recibir 100 % de actriz nacional universitaria!)
Linda, dando clases a los mas pequeños (sí, mas pequeños que ella!) y ESTUDIANDO INLGLÉS!

En marzo 2008 (verano mediante) parece que vuelven al ruedo, o por lo menos sueñan eso.

¡ ¡ ¡ F A L T A N 7 D I A S ! ! !


No se olviden de sacarme a bailar en los lentos, en la primaria no me sacaba nadie era muy feo... aunque sea por piedad... que sino me mandan a atender la barra y no entiendo nada de tragos...