domingo, 30 de diciembre de 2007

Historia de una amistad a primera nariz

Erase una vez una payasa llamada Amarella, que fue invitada a participar de un encuentro con el público llamado “teatro coctail” al que fue sola, perdón, acompañada por su charango.
Llegó al espacio teatral Vera-Vera y se encontró en el camarín (cocina) con Linda y Alondra , dos payasas (angelitas) que muy generosamente y sonriendo, le ofrecieron sus maquillajes, a la Amarella desprovista de base y rubor.
Amarella veía a Linda y Alondra muy contentas por estar ahí presentes, actuando juntas. Observaba con mucha atención a aquellas payasas recordándose entre ellas que esa noche lo mas importante de todo era: "REGALAR".
Amarella sintió mucha ternura y admiración por esas dos payasas que vivían ese momento con tanta intensidad, alegría y generosidad.
Quizo conocer sus mundos (hasta ese entonces solo conocía a esas payasas en el escenario, y en el camarín) y tuvo la oportunidad de conocerlas también caminando por la vida...
Al conocerlas más y más, Amarella sintió otra vez ternura y admiración por aquellas dos personas que le prestan su cuerpo y alma a Linda y Alondra.

Hoy son sus amigas del alma... Amarella siente ternura, admiración, orgullo, y alegría por haberse cruzado en el camino con Alondra, con Linda, con Euge y con Caro.
Amarella y Analia no dejan de agradecer por tan lindo presente (regalo).
Gracias a....
Si fue el destino, entonces, gracias al destino!
Si fue el azar, gracias al azar.
...Gracias a San Clown! (Si, creo que fue obra de él)

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