jueves, 20 de diciembre de 2007

Cuento

(Cuento breve para escucharlo, o más bien para leerlo, de una manera especial, con tanta atención que el tiempo se ha de detener, o sentir que se detiene, mientras cada persona nota un pum-pum especial que finalmente identificará como los latidos de su corazón)

Había una vez una payasa, llamada Audífona, que sólo podía oír aquellas cosas que se decían con el corazón. Por eso, aquel día, algunas personas que se dirigieron a ella pensaron que era sorda...

"En la calamidad, el payaso siempre encuentra una oportunidad"


(este cuento fue enviado por Jesús Jara junto a sus deseos de Feliz 2008)

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